El Viaje Fantástico es un camino de mucha luz, pero puede ser también muy oscuro a momentos, es solitario y en ocasiones frío. Para lograr atravesarlo, debemos sernos fieles (a nosotros y a nadie más), debemos priorizarnos. Pero hacerlo, cuando nunca antes lo hemos hecho, o al menos no de manera consciente, resulta difícil, complejo y muy doloroso. A veces, hacer las cosas correctas para nosotros mismos y tomar las decisiones que a uno le hacen bien internamente, puede sentirse realmente mal y aterrador si quiera pensar en ello. Creemos que si tomamos la decisión o el “camino correcto” la vida nos lo hará saber y nos premiará por ello, pero al no percibir ese mensaje de la vida, podemos sentirnos aún más solos, confundidos y no continuar. Sin embargo, primero, no hay camino ni decisión correcta o incorrecta, eso no existe. Todas las decisiones que tomes son exactamente las que necesitas para tu camino evolutivo. Probablemente no se obtendrán los resultados ni beneficios que busca tu mente y tu ego, pero estoy convencido que sí serán los indicados para la liberación de tu alma. Y segundo, no sé si la vida nos premia, pero sí nos guía, siempre. Solo que, otra vez, no desde la perspectiva y necesidades de nuestro ego que, nos nubla y no nos deja ver lo afortunados que somos al estar recibiendo tantos mensajes y regalos de la vida desde la perspectiva espiritual, desde el alma.
Esto me hace recordar en “Los juegos del hambre”, esos momentos en que, los participantes que se encontraban en algún aprieto específico dentro de la lucha por la supervivencia, podían recibir regalos (patrocinios) de sus mentores, que les ayudaban a seguir adelante con más fuerza. Era alguien diciéndoles “No estás solo, aunque así lo sientas. Aquí estoy yo contigo, sigue adelante”. Podía ser una pomada mágica que curaba cualquier herida en un día, podía ser alimento, una carta de alguien querido, armas, fósforos, etc.
De esa misma forma veo la vida, nos manda herramientas y regalos que, aunque todos los recibimos, solo los que estamos abiertos a sus milagros y abundancia, somos capaces de percibirlos y usarlos a nuestro favor. Todo lo que nos manda la vida, todo, toda persona, situación, tragedia, problema; son regalos del universo que, si sabemos ver y agradecer, nos acercan más a la liberación de nuestro Verdadero, Único, Entero, Libre y Auténtico YO, y más allá de eso, nos demuestran que nunca estamos del todo solos. Siempre estamos siendo guiados por una fuerza mayor y un plan maestro que jamás nos soltará. Claro que, en ocasiones, especialmente cuando más dolor y caos externo e interno percibimos, no sentimos a la vida de nuestro lado y, por el contrario, creemos que todo se alinea para estar en nuestra contra y no entendemos exactamente el porqué de las cosas. Pero no hay que entenderlo, no hace falta, solo vivirlo conscientemente. Si analizas un poco hacia atrás tu vida y tu camino, con apertura de mente y de corazón, te darás cuenta de lo afortunad@ que has sido y eres y de la infinita abundancia que te rodea, y que puedes acceder fácilmente en tu Viaje Fantástico. La vida, el universo, Dios y el amor incondicional están siempre contigo, de tu lado, trabajando a tu favor. Te sostienen y te respaldan, siempre.
Puede que al principio no se sienta bien y sea más bien incómodo, te juzgues, te reproches y te envuelva la culpa, pero una vez que te atreves y tomas la decisión de serte fiel, a ti y a nadie más que a ti, es cuando el universo te recompensa, es cuando sientes que vuelas y que eres imparable. Esa sensación de haberte escuchado, haberte puesto primero y darte lo que tu alma necesita y te pide, es maravillosa. Y es solo el principio, porque lo que sentirás al respetarte, te dará las fuerzas, el valor y el empuje necesarios para hacerlo de nuevo. Se vuelve adictivo.
“Ser consciente no te hace inmune, te hace estar más vivo”
Sin embargo, sabemos ya que el Viaje Fantástico está lejos de ser un camino recto y fácil. Pero en ocasiones, especialmente al comenzar el viaje, es normal que queramos hacerlo todo perfecto (lo que sea que signifique eso). Vamos tomando fuerza conforme nos priorizamos y nos damos lo que necesitamos. De alguna manera llegas a sentirte iluminado, sanado, invencible. Ya nada te frena, nada te tira. Hasta que llega el día en que caemos. De pronto, nos vemos envueltos en alguna dinámica de antes, otra vez. Nos percatamos que dijimos algo sin sernos fieles; actuamos desde alguna carencia o herida, desde el miedo a no pertenecer o no ser reconocido, por ejemplo. Te das cuenta de que caíste en los mismos patrones de antes, te juzgas severamente por ello y duele. “¡Todo el camino y esfuerzo no ha servido de nada, estoy otra vez en el mismo punto!”. Sin embargo, si pones atención en la frase anterior está la respuesta: “te das cuenta”. Te das cuenta de que caíste en la misma dinámica, antes no eras capaz de hacerlo, y esa es la prueba del crecimiento.
Querer hacerlo todo perfecto y juzgarnos al no sentir que lo logramos, es solamente una trampa más del ego. ¿Si ya entendí esto, por qué no lo hago bien? Parte del Gran Viaje es darse cuenta de que no se trata de hacerlo bien o mal, se trata de comprenderte, percatarte de tus sensaciones internas y ser compasivo cuando no logras actuar o hacer lo que te propusiste. El Viaje Fantástico está lleno de curvas pronunciadas, subidas y bajadas profundas. Es más bien como una montaña rusa en espiral que, si la ves desde arriba, podría parecer que solo estás dando vueltas e incluso retrocediendo, pero al verla desde un plano transversal, puedes darte cuenta de que nunca estás en la misma posición, siempre estás “subiendo”, y a cada paso te encuentras más cerca de tu verdadero y auténtico SER.
El sentir que retrocedemos, física o emocionalmente, es parte inevitable del Viaje Fantástico.
Enfrentarnos a nuestro ego, a nuestro entorno y a las dinámicas establecidas puede llegar a ser muy retador. Aprendimos desde muy pequeños (y seguimos haciéndolo hoy en día) ciertas maneras de actuar y formamos ciertos patrones “funcionales” de comportamiento, para protegernos del mundo exterior y sobrevivir emocionalmente. Romper con ello se vuelve mucho más complejo y doloroso de lo que pudiera parecer. Sentimos que estamos traicionando y defraudando a la gente que queremos, nos culpamos, nos juzgamos y llegamos a sentirnos realmente mal y hasta a odiarnos por ello. Y es paradójico, pero precisamente en estos momentos de mayor vulnerabilidad, cansancio y dolor, por estar siéndonos fieles y priorizando nuestro bienestar interno, es cuando más fácil vuelven los patrones y dinámicas, ahora disfuncionales, de antes. Es algo que genera nuestra mente de forma automática porque es lo que conoce, y lo conocido la hace sentir bien. Inmediatamente, también de forma instantánea, entra su aliado el ego, queriendo sabotearnos con sus trampas y desvalorizando lo que sentimos:
—¿Ves? Te dije que no lo hicieras. ¡Te dije que harías daño a tu madre y aun así lo hiciste!
—Pero ¿cómo te atreves? ¡Eres un desconsiderado y un malagradecido!
Estas son frases muy naturales de tu ego. Es la voz de tu mente aterrada por el cambio. Recuerda que la voz del alma nunca (NUNCA) juzga. Es un observador lleno de amor. Si hay juicio, es la voz de la mente y su inseparable ego.
“Ni de loco le creo a mi mente” —Eckhart Tolle
El verdadero trabajo está en percatarse de esos momentos, sentir con amor y compasión lo que sucede en tu interior y volver a elegir desde la conciencia, desde tu esencia pura. El Viaje Fantástico puede llegar a ser muy doloroso, pero es precisamente ese dolor quien está dando luz a aquellas sombras que necesitan de tu presencia. A veces, volver a esa oscuridad nos recuerda por qué deseamos y necesitamos tanto la luz. Sentir dolor en el camino no anula tu evolución, la confirma. Hónralo y úsalo a tu favor.
Bellísimo
Wow!🤌🏻✨✨✨