El gran error que cometemos durante nuestro Viaje Fantástico, es creer que tendríamos que saberlo todo. Querer saber a la perfección cuál es nuestro camino y llamado interno y, además, querer siempre controlar los resultados que obtendremos a cada paso que damos. Pero en realidad, nada de eso está mínimamente en nuestras manos. Al no lograr entenderlo todo, al darte cuenta de que no puedes tener el control de los resultados y no tener idea hacia dónde dirigir tu vida, obviamente te sientes derrotad@, perdid@ y no merecedor de luz, abundancia divina, ni felicidad. Creemos que, al tratarse del camino del alma, deberíamos tenerlo todo claro y poderlo entender y enfocar nuestras energías fácilmente en él. Sin embargo, el Viaje Fantástico nunca es ni será lineal, ni mucho menos, se trata de un solo camino ya establecido. Sino que cada un@, conforme nos vamos descubriendo internamente, abriéndonos a la infinidad de posibilidades y confiando en la vida, vamos también construyendo nuestro propio, auténtico y muy personal camino.
Vivir en la incertidumbre nos genera conflicto interno, ansiedad y frustración, pero, otra vez, esto solo es por esta necesidad intrínseca de control absoluto, de siempre necesitar tener un plan y muchos por qué. De no querer emprender el Gran Viaje hasta no conocer perfectamente, no solo la ruta, sino cada detalle que se nos pueda presentar en el camino. Sin embargo, así no funciona la vida y, sinceramente, agradezco que sea así. No nos hemos dado cuenta de lo necesaria que resulta la incertidumbre para nuestra vida. Ese lugar donde todo es posible o, mejor dicho, donde nada es imposible. Ese espacio temporal de tiempo, ineludible y perfecto, para poder escuchar la voz del alma, reajustar creativamente y redirigir el timón. Si, será incómodo, y es un hecho que no tendrás todas las respuestas de un momento a otro, pero ¿te digo algo maravilloso? (La siguiente oración dila en un susurro): “No necesitas tenerlas para avanzar”. Lo que sí necesitas es confiar en tu intuición, en esa voz que viene desde el calabozo; confiar en la vida y en tu camino, aun cuando no veas nada claro; amar la imperfección de las cosas y soltar la necesidad de control. Dejarte guiar por la inteligencia universal y fluir, sin rechazo ni resistencia, por el mar de infinitas posibilidades que habitan en la incertidumbre.
Antes de comenzar tu Viaje Fantástico, es absolutamente natural y válido sentir mucha frustración y bloqueo, al tener la sensación de no estar viviendo tu propósito y de estar atrapad@ en algo donde ya no perteneces, algo que te aprieta tanto que te impide respirar, pero no saber cómo salir de allí, ni hacia dónde. Aunque (ahora lo entiendo yo), en el fondo de ti, sí sabes hacia dónde, pero te has pasado la vida entera invalidando ese sentimiento. Seguramente no sabrás el camino, ni cómo hacerlo, pero sí tienes cierta noción de hacia dónde te pide ir tu alma. Muchas veces, nuestr@ niñ@ intern@, ese que vive dentro de nosotros, sin lograr superar del todo los traumas estancados del pasado y trayéndolos al presente para ser trabajados, se queda paralizad@ buscando la validación y el reconocimiento externo. A esto le llamo yo “pies de plomo”. Ese momento cuando no sabes por qué, pero no logras moverte. No te gusta donde estás, te sientes incómod@ y, no es necesario que nadie te lo diga, sabes bien que necesitas un cambio, pero no logras dar ni un solo paso, ni hacia un lado, ni hacia el otro. Lo has sentido ¿cierto? Pues, ese es tu niñ@ intern@ diciendo “Mejor no me muevo de este lugar que, al menos, ya conozco. Mejor no hago ningún cambio, no me vaya a salir mal o, no me vayan a dejar de querer. Mejor ni le muevo”. Pero al mismo tiempo, tu Verdadero, Único, Entero, Libre y Auténtico YO, te grita desesperadamente que lo liberes, y, por otro lado, tu yo adulto (ya no el niño) sabe bien que ha llegado el momento de hacerlo. Pero pareciera que tienes que luchar contra ti mismo por lograrlo. Y en efecto.
Se torna imposible moverte, comenzar un cambio y, más aún, emprender tu Viaje Fantástico, queriéndolo tener todo claro y bajo control. Este conflicto interno que se genera entre la mente, el alma y el cuerpo mismo, por saber qué camino tomar, sumado a los múltiples juicios propios y creencias arraigadas que cargamos, genera tanto peso y desgaste sobre nosotros, que nos sometemos (casi por gusto) a un nivel excesivo e innecesario de estrés y sufrimiento. Por eso el secreto, por sencillo y sin chiste que pareciera, solo es empezar.
“Sin saberlo todo, o nada, pero empezar.
El camino se irá aclarando y construyendo al caminarlo”
Comenzar con lo que puedas, con lo que sí sepas y sientas, a pesar de los miedos, de los juicios, de no saber hacia dónde, ni tener todas las respuestas claras. Actuar a pesar de la incertidumbre es lo que nos irá dando la seguridad de movernos, poco a poco, no hay prisa. Actuar a pesar de cualquier circunstancia le irá quitando ese peso excesivo a tus pies, hasta que llegue ese momento de sentir que flotas, porque créeme, flotarás.
Comenzar con pasos pequeños, inestables y frágiles, pero que de alguna manera tienen sentido para ti. Algo en ellos te hace sentir ese fuego dentro. Igual y nadie más lo entiende (aunque realmente, no tienes que compartirlo con nadie), igual y no es bien visto ni aceptado por tu entorno, pero todo eso da exactamente igual. Deja que todos ellos vivan su vida y date el permiso de vivir la tuya. Siéntete merecedor de amor, de abundancia y de crear la vida que te llene el alma a ti. Esto que estás viviendo ahora mismo, es tu vida. ¡Es tu vida! ¿Lo entiendes? Tuya y de nadie más. Apaga por un momento la lógica, déjala de lado. Quédate un tiempo a oscuras en tu velero a mitad del mar. Escucha el aire, el agua chocando contra la fibra del bote, las gaviotas a lo lejos. Conecta con tu interior, con lo que sientes dentro, con tu brújula interna. Deja de querer entenderlo todo y solo siente lo que te dice tu Verdadero, Único, Entero, Libre y Auténtico YO. Dale eso que pide, dale lo que quiere y necesita. Sin culpa. Solo tú sabes qué es y solo tú puedes (dártelo) dárselo.
El ego, nuestro imaginario personal: todo eso que creemos ser, pero en realidad no somos, invalida constantemente a tu verdadero y auténtico SER. Invalida lo que sientes y lo justifica. Como veremos a profundidad en el siguiente capítulo, el ego se alimenta a lo largo de nuestra vida, desde niños, principalmente de falsas creencias, y son ellas, precisamente, las que terminan por invalidar nuestra voz interna. Date un momento para reflexionar esto: cuando invalidas lo que sientes, estás quitándole voz a tu verdad, anulando a tu esencia pura. Obviamente esto genera que te sientas perdido, sin rumbo y, peor aún, sin un plan para encontrarlo. Pero si te fijas, eres tú mismo, desde la mente, quien se invalida. Debes poner por delante eso que sientes y llevas dentro, dar un salto de fe y confiar en lo invisible e intangible. Confiar en que la vida nos sostiene siempre, y saber desde nuestro corazón que, al saltar, ella misma te dará esas alas que necesitas para emprender el vuelo hacia tu llamado interno, hacia la libertad absoluta e infinita de tu verdadero y auténtico SER.
En este momento, lo que más necesitas es tratar de no juzgarte, sino comprenderte sobre todas las cosas, sostenerte y tenerte compasión. Saber por qué y desde dónde estás actuando y aceptarte en este proceso. Tratarte con amor y con paciencia, así como tratarías a esa persona que tanto quieres y necesita de ti. Por favor, no te juzgues, no tú. No te hables mal. No permitas que la voz de tu mente interfiera en tu Viaje Fantástico. Tú eres tu mejor y más fiel aliad@, tu cómplice y la única persona capaz de liberar a tu Verdadero, Único, Entero, Libre y Auténtico YO. Decide ahora mismo si quieres seguir siendo tu propio verdugo, o si prefieres convertirte en tu guía hacia la liberación y la luz.
“Si te comprendes, no te juzgas”
Acepta y déjate sentir todo lo que venga a ti. Todas las emociones son, no solo validas, sino necesarias. Como ya vimos, cada una de ellas viene a traernos información importante y valiosa sobre nuestro viaje. Miedo, duda, incertidumbre, enojo, frustración, rabia, ira, vergüenza, tristeza, pereza, confrontación interna. Siéntelo todo y actúa a pesar de ellas. Eso hará la diferencia, créeme, sé de lo que te estoy hablando. Dales la bienvenida a tu barco y que sean el combustible para tu Viaje Fantástico. No es necesario (ni posible) hacer el viaje en un solo día, así que tranquilo, frena un poco y respira profundo. Haz hoy lo que puedas, con lo que tengas. Por pequeño e insignificante que pudiera parecer, nunca lo es. El camino a la liberación es progresivo y exponencial, y es solo tuyo.
Como bien sabrás ya, me encantan las historias que tienen el poder de representarnos nuestra propia vida, así que aquí va otra. Esta en lo personal es mi favorita:
Ramón salió en su velero del puerto de Barbate, en Cádiz. Era un bote nuevo de 25 metros de eslora, blanco, impoluto, con una robusta franja azul marino que lo recorría por los costados. Moncho, como lo llaman sus amigos, confirmó en seguida lo que intuyó desde tierra, el viento no soplaba lo suficiente para extender las velas. Pero acostumbrado a las regatas (competencias de velocidad en el mar), Ramón encendió el motor a tope para llegar lo más rápido posible a alguna ráfaga potente, que pudiera aprovechar la brillante embarcación. A una milla del puerto, se encontró varado el viejo velero de Bill, un francés solitario y de pocas palabras, que se dedicaba a disfrutar de la vida y de su reconstruido bote. A causa del inexistente viento, el velero de madera flotaba inmóvil sobre la “calma chicha” del mar. Después de reírse, Ramón se apresuró a la punta y vio al galo con un sombrero estilo panameño, recostado en una hamaca en la parte trasera de su viejo velero. No estaba seguro si estaba leyendo el libro que sostenía entre las manos o si estaba dormido. ––¡Hey, Bill! ––gritó Moncho agitando las manos. El hombre se quitó el sombrero con la mano izquierda y lo agitó en lo alto, regresando el saludo. ––¡No hay viento ¿eh? ––continuó Ramón, riéndose. ––¡No hay prisa, mi amigo! ––respondió Bill, poniéndose el sombrero de nuevo, esta vez un tanto más inclinado hacia su rostro.
Como te dije antes, no hay prisa. Nunca la ha habido y nunca la habrá, aunque tu mente te haga creer lo contrario. Honra y abraza tu ritmo y tu proceso, tu Viaje Fantástico. Da pequeños pasos. Pero sobre todo, disfruta del camino, como Bill.
Debes tener fe y confiar en que todo lo que te sucede es a tu favor, aunque no precisamente desde la perspectiva de la mente y del ego. Como ya lo dijimos, nos enfrentaremos a muchas circunstancias y momentos en los que no tendremos control alguno, ni sobre el hecho como tal, ni mucho menos sobre el resultado. Pero sí podemos tratar de encontrar la manera, siempre, de usarlo todo a nuestro favor.
Desde la perspectiva de la semiología de la vida cotidiana, existen cinco respuestas naturales ante el principio de realidad, que no es otra cosa que la aceptación consciente de los hechos tal cual son, sin maquillajes, ni expectativas, ni resistencia alguna: rebeldía manifiesta, rechazo interno, resignación pasiva, aceptación y transformación creativa. Los tres primeros siendo emociones de baja vibración y frecuencia en nuestro ser y, las dos últimas, por el contrario, de alta vibración. Te las explico a continuación:
1. Rebeldía manifiesta, es la respuesta impulsiva y reactiva de lucha contra la realidad. Genera, además de frustración constante, enojo, desgaste y conflicto colectivo, mucho sufrimiento. Se intenta buscar culpables y forzar algo que no puede ser.
2. Rechazo interno, representa una resistencia emocional. No hay una queja externa evidente, pero en el interior hay resentimiento, rechazo, tristeza y enojo. Se bloquea por completo el crecimiento personal. Hay dolor psicológico, somatizaciones y mucho sufrimiento en silencio.
3. La resignación pasiva, es una “aparente aceptación” de las circunstancias, teñida de derrota y victimismo. Se pierde el entusiasmo y se anula el poder de transformación. Es una forma de sobrevivir con impotencia, sin alegría, ni sentido.
4. Aceptación, en contraste, es un cambio profundo que se genera en el interior. Es el comienzo para la transformación. Se ve la realidad tal cual es, sin resistencia ni rechazos. Se reconoce que algo simplemente es y no puede cambiarse, pero se elije ver con claridad e inteligencia emocional para seguir adelante buscando y creando caminos.
5. La transformación creativa, lo siguiente a la aceptación, es el acto puro de liberación interna. Consiste en reinterpretar, resignificar y trascender las circunstancias, sin negar el dolor, pero tampoco el aprendizaje y la evolución personal.
Sé bien que no es fácil, he estado ahí, pero inténtalo cada día. Sé que quieres algo diferente y te frustra no saber qué es, ni mucho menos cómo encontrarlo. Sé que sabes que estás hecho para algo más grande y que sientes que estás dejando pasar tu vida. Lo sé bien. Pero por ahora, sea lo que sea por lo que estés pasando, primero trata de aceptarlo, un día a la vez. Y después, desde ese lugar de aceptación y comprensión sin juicios, pregúntate cómo puedes transformarlo en algo valioso y que tenga sentido para ti, para tu Viaje Fantástico y para la liberación de tu alma.
“Donde hay resistencia hay sufrimiento, donde hay aceptación, hay transformación y trascendencia”
Estás muy cerca y es cuando más difícil se pone el camino y más tormentas aparecen de la nada, pero tú sabes que tu velero está hecho para aguantar todo lo que venga. La vida quiere que le demuestres que sabes de lo que estás hech@, que confías en ella y que no te rendirás, no esta vez. No hasta liberar a tu Verdadero, Único, Entero, Libre y Auténtico YO del calabozo. Te está esperando.